¿Qué es el melanoma?
El cáncer de piel es una enfermedad causada por el crecimiento anormal e incontrolado de las células que componen la piel. Puede ser de dos tipos: melanoma y no melanoma (carcinomas basocelular y espinocelular son los más frecuentes).
El melanoma es uno de los tipos más graves de cáncer de piel, debido a la posibilidad de metástasis (diseminación a otros órganos).
Para 2020, el Instituto Nacional del Cáncer (INCA) estimó 8.450 nuevos casos de melanoma en Brasil, frente a 185.380 casos totales de cáncer de piel (alrededor del 4,5%). Es importante señalar, sin embargo, que se sabe que el cáncer de piel no se notifica, lo que significa que las cifras reales de casos tienden a ser mucho más altas.
En todo el mundo, de los 1,3 millones de casos anuales de cáncer de piel, unos 300.000 son melanomas (aproximadamente el 23%).
El melanoma se origina en los melanocitos, las células que producen melanina (la sustancia que determina el color de la piel). El melanoma puede aparecer en cualquier parte del cuerpo, en la piel o en las mucosas, y suele manifestarse en forma de manchas, puntos o lunares. Es más frecuente en adultos de raza blanca, pero también puede afectar a personas de raza negra y de otras etnias.
Las causas más frecuentes son la exposición prolongada y repetida a los rayos ultravioleta del sol (especialmente en la infancia y la adolescencia) y las camas solares.
Síntomas del melanoma
La principal manifestación inicial del melanoma es la aparición de un lunar oscuro de bordes irregulares, que puede ir acompañado de picor y descamación. Puede aparecer en la piel normal o a partir de una lesión pigmentada previa; en este último caso, se produce un aumento del tamaño, un cambio de color y de forma de la lesión.
La regla ABCDE, utilizada internacionalmente, ayuda a pacientes y profesionales sanitarios a identificar mejor un lunar que podría ser un tumor cutáneo de tipo melanoma. Las letras corresponden a:
- Asimetría — una mitad del lunar es diferente de la otra;
- Bordes irregulares — contorno mal definido;
- Color variable — la misma lesión puede tener varios colores, como negro, marrón, blanco, rojo y azul;
- Diámetro — superior a 6 milímetros;
- Evolución — cambios observados en características, como el tamaño, la forma o el color.
Los lugares del cuerpo donde suele aparecer el melanoma son los expuestos a los rayos solares: piernas, torso, cuello y cara, y también puede aparecer en zonas cubiertas. En las personas de piel negra, suele aparecer en las extremidades (zonas claras), como las palmas de las manos y las plantas de los pies.
Si notas estos cambios en la piel, es importante que acudas al médico. Tu médico de confianza, de cabecera o generalista, el ginecólogo y el dermatólogo pueden evaluar la necesidad de una investigación.
Diagnóstico del melanoma
El primer paso para diagnosticar un cáncer de piel melanoma es un examen clínico realizado por un médico. El dermatólogo desempeña un papel importante para obtener una evaluación cualificada.
Una vez detectada la posibilidad de que un lunar sea un melanoma cutáneo, se pasa a la dermatoscopia, un examen realizado exclusivamente por un dermatólogo, en el que un aparato permite visualizar determinadas capas de la piel que no se ven a simple vista. Suele ser necesario complementarlo con un examen histopatológico, extirpado parcial o totalmente mediante biopsia. Es entonces cuando se confirma el diagnóstico y se indica el mejor tipo de tratamiento.
Tratamiento del melanoma
Si se detecta en una fase temprana, el cáncer de melanoma se trata con cirugía realizada por un médico con experiencia en estos procedimientos (dermatólogo o cirujano oncológico). En este caso, las tasas de curación pueden ser muy elevadas (alrededor del 100%).
En este momento, se lleva a cabo la evaluación de los factores de riesgo obtenidos mediante biopsia y el reconocimiento de ganglios de la región (ganglios linfáticos centinela) para la propagación o recidiva de la enfermedad, ya que los tratamientos administrados en una fase temprana (adyuvantes) reducen el riesgo de recidiva.
En estadios más avanzados y con metástasis, se puede recurrir a la radioterapia, la inmunoterapia y la terapia dirigida. La estrategia debe definirse con el objetivo de retrasar la progresión de la enfermedad y ofrecer al paciente mayores posibilidades de supervivencia.
Prevención del cáncer de piel melanoma
Dado que el mayor factor de riesgo del cáncer de piel melanoma es la exposición a los rayos ultravioleta del sol, la mejor forma de prevención es evitar la exposición sin protección de 10.00 a 16.00 horas, cuando su incidencia es más intensa.
Incluso antes y después de estas horas, se recomienda proteger la piel con sombra (natural o de sombrillas, parasoles y carpas), ropa, gorras y sombreros, y gafas de sol con protección UV en los cristales. Debe aplicarse sobre la piel un protector solar con un factor de protección FPS 30 como mínimo. Los labios requieren productos específicos para su piel más delicada.
También es importante evitar las camas solares, que la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (Anvisa) prohibió en Brasil en 2009.