¿Qué es la cavidad nasal y los senos paranasales?
Para entender estos cánceres, es importante saber un poco sobre la cavidad nasal, los senos paranasales y el tipo de células allí presentes — que pueden convertirse en cáncer.
La cavidad nasal es la región que discurre a lo largo de la parte superior del techo de la boca (el paladar, que separa la nariz de la boca) y desciende para unirse al conducto que va de la boca a la garganta. Los senos paranasales son cavidades (espacios) o pequeños túneles, llamados paranasales porque están alrededor o cerca de la nariz. La cavidad nasal se abre en una red de senos paranasales — los senos maxilar, frontal, esfenoidal y etmoidal — que se llenan de aire. Cuando hay un resfriado o una infección, los senos paranasales pueden bloquearse (obstruirse) y llenarse de mucosidad y pus.
La cavidad nasal y los senos paranasales están recubiertos por una capa de tejido que produce mucosidad (mucosa). La mucosa tiene muchos tipos de células, como las epiteliales escamosas, las glandulares, las nerviosas, las que combaten las infecciones, las de los vasos sanguíneos y otras células de apoyo. Otros tipos de células de la cavidad nasal y los senos paranasales, como las células óseas y cartilaginosas, también pueden volverse cancerosas.
Tipos de cáncer de la cavidad nasal y senos paranasales
Cualquier célula que compone la mucosa puede convertirse en cáncer con sus propias características, lo que significa que no todos pueden ser tratados de la misma manera. Los principales tipos de cáncer de la cavidad nasal y senos paranasales son:
- Cáncer de células escamosas — se produce cuando hay una alteración en las células epiteliales escamosas. Es el tipo de cáncer más frecuente en la cavidad nasal y los senos paranasales. Representa algo más de la mitad de todos los cánceres en estas zonas;
- Adenocarcinoma, carcinoma adenoide quístico y cáncer mucoeidermoide — se forman cuando las células de las glándulas salivales menores empiezan a reproducirse de forma desordenada. También son cánceres nasales y de los senos paranasales relativamente frecuentes;
- Carcinoma no diferenciado — un tipo de cáncer que puede surgir de las células de la mucosa. Es un cáncer que crece rápidamente y en el que las células tienen un aspecto tan anormal que es difícil saber en qué tipo de célula empezó;
- Melanoma — las células que dan color a la piel se llaman melanocitos, y el melanoma es un tipo de cáncer que se origina en estas células. Puede crecer y extenderse rápidamente. Aunque estos cánceres suelen aparecer en zonas de la piel expuestas al sol, pueden formarse en el revestimiento de la cavidad nasal y los senos paranasales;
- Estesioneuroblastoma — también llamado neuroblastoma olfativo, es un cáncer que se inicia en el nervio olfativo (el nervio del sentido del olfato). Suele comenzar en el techo de la cavidad nasal y afecta a una estructura denominada placa cribiforme, el hueso situado entre los ojos y por encima de los senos etmoidales;
- Linfoma — comienza en las células del sistema inmunitario (denominadas linfocitos) y puede aparecer en la cavidad nasal y los senos paranasales. Un tipo de linfoma que se observa en esta zona es el linfoma de células T/células asesinas naturales de tipo nasal;
- Sarcoma — es un cáncer de músculo, hueso, cartílago y células fibrosas que puede originarse en cualquier parte del cuerpo, incluidas la cavidad nasal y los senos paranasales. También existen tumores benignos de la cavidad nasal y los senos paranasales que, aunque no son cáncer, pueden causar problemas;
- Pólipos nasales — son crecimientos anormales en el interior de la cavidad nasal o los senos paranasales. La mayoría de los pólipos nasales son benignos (no cancerosos), causados por algún tipo de inflamación crónica (de larga duración) en la nariz. Los pólipos pequeños que no causan problemas pueden no necesitar tratamiento. En cambio, los pólipos más grandes causan problemas y puede ser necesario tratarlos con medicación o cirugía;
- Papilomas — son verrugas que pueden crecer en el interior de la cavidad nasal o los senos paranasales y destruir tejido sano. Los papilomas no son cáncer, pero a veces un carcinoma de células escamosas empieza en un papiloma. Debido al riesgo de cáncer, los papilomas de la cavidad nasal y los senos paranasales se extirpan mediante cirugía;
- Papiloma invertido — un tipo de papiloma clasificado como tumor benigno, pero que tiende a actuar más como un cáncer. Suele tratarse con el mismo tipo de cirugía que el cáncer.
Síntomas y signos del cáncer de la cavidad nasal y senos paranasales
Los síntomas del cáncer de la cavidad nasal y senos paranasales son bastante inespecíficos, y siempre se sospecha de ellos cuando duran al menos tres semanas. Los signos más frecuentes son:
- Congestión nasal que no mejora;
- Dolor encima o debajo de los ojos;
- Obstrucción en un lado de la nariz;
- Goteo nasal en la parte posterior de la nariz y la garganta;
- Hemorragia nasal;
- Secreción purulenta por la nariz;
- Disminución del sentido del olfato;
- Entumecimiento o dolor en partes de la cara;
- Aflojamiento o entumecimiento de los dientes;
- Aparición de un nódulo en la cara o el cuello;
- Abultamiento de un ojo;
- Pérdida o alteración de la visión;
- Dolor o presión en los oídos;
- Dificultad para abrir la boca.
Diagnóstico del cáncer de la cavidad nasal y senos paranasales
Los tumores de la cavidad nasal y los senos paranasales se diagnostican en función de los síntomas que provocan — es muy raro que se diagnostiquen en personas asintomáticas.
Tras una exploración clínica o radiológica, si el médico sospecha que se trata de un cáncer, solicitará una biopsia. Una vez confirmada la enfermedad, se realizan pruebas para comprobar la propagación local y a distancia de la enfermedad mediante pruebas de imagen. Las principales son:
- Tomografía computarizada — muy útil para identificar cánceres de la cavidad nasal y los senos paranasales. La tomografía puede mostrar si un tumor ha destruido el hueso circundante. Si se realiza en el tórax, también puede mostrar si el cáncer se ha extendido a los pulmones;
- Resonancia magnética — las imágenes son mejores que las de la tomografía para observar los cánceres de las fosas nasales y los senos paranasales y saber si un cambio es un líquido o un tumor. También pueden mostrar si un tumor se ha extendido a tejidos blandos cercanos, como el globo ocular, el cerebro o los vasos sanguíneos;
- TEP (tomografía por emisión de positrones) — utiliza glucosa radiactiva como contraste, que se inyecta en la sangre. Como las células cancerosas utilizan la glucosa a una tasa superior a la de las células normales, absorben más azúcar radiactivo. Posteriormente, se utiliza un escáner especial para crear imágenes de los lugares donde se ha acumulado la radiactividad.
Para finalizar el diagnóstico, es necesario realizar una biopsia. En este procedimiento, se extrae un pequeño fragmento de tejido que se examina al microscopio, y es la única forma de saber con certeza si el tumor es un cáncer de cavidad nasal o de senos paranasales.
Si se detecta cáncer, las pruebas de laboratorio también pueden mostrar el tipo de cáncer y su grado de agresividad.
Las biopsias suelen realizarse en el consultorio o la clínica, con anestesia local. Si el tumor está en un lugar de difícil acceso o puede sangrar mucho, la biopsia se hará en quirófano.
Los tumores profundos pueden alcanzarse mediante biopsia endoscópica. Se pasan instrumentos quirúrgicos largos y finos a través del endoscopio para obtener una muestra de biopsia.
Por último, en el caso de tumores dentro de los senos paranasales, es posible que el médico tenga que cortar la piel cercana a la nariz y los huesos subyacentes para llegar a ellos, en un procedimiento denominado biopsia abierta (quirúrgica).
Tratamiento del cáncer de la cavidad nasal y senos paranasales
El tratamiento depende del tipo de cáncer, de su localización y de su grado de propagación. Los tratamientos más frecuentes del cáncer de senos paranasales y cavidad nasal son la cirugía, la radioterapia y la quimioterapia.
Si el cáncer se detecta en una fase temprana, la cirugía puede extirpar con éxito todo el tumor. Si crece rápidamente, pueden ser necesarias varias terapias combinadas. Éstas son las principales formas de combatir el cáncer de cavidad nasal y senos paranasales.
- Cirugía — el objetivo de la cirugía en estas zonas es extirpar todo el tumor y una pequeña cantidad de tejido normal a su alrededor, manteniendo el aspecto y la función (como la respiración, el habla, la masticación y la deglución) lo más normales posible. La reconstrucción y/o reparación de la zona que rodea al tumor es una parte importante del plan quirúrgico.
Si los márgenes alrededor del tumor, analizados en el laboratorio, muestran células cancerosas, lo más probable es que haya quedado algo de cáncer. Esto suele implicar más tratamiento, como más cirugía o radioterapia.
- Cirugía endoscópica — se utiliza con mayor frecuencia para tumores pequeños. En este tipo de cirugía se utiliza un endoscopio (un tubo fino y flexible que se coloca en la nariz para llegar a la cavidad nasal o senos paranasales) para ver y extirpar el tumor. De este modo, el cirujano no tiene que cortar a través de la piel y el hueso para abrir toda la cavidad, lo que reduce el daño al tejido normal. En general, la recuperación de este tipo de cirugía lleva menos tiempo.
En el caso de tumores más grandes, este tipo de cirugía puede utilizarse para intentar controlar el cáncer en personas que no están lo bastante sanas para una operación más invasiva y de mayor envergadura. El tratamiento quirúrgico suele combinarse con radioterapia.
- Extirpación de ganglios linfáticos — los cánceres de la cavidad nasal o los senos paranasales a veces se extienden a los ganglios linfáticos del cuello. Dependiendo del estadio y la localización del cáncer, puede ser necesario extirpar estos ganglios linfáticos en una operación denominada disección cervical.
- Radioterapia — las personas con tumores pequeños en la cavidad nasal suelen curarse sólo con radiación. Los pacientes que no pueden someterse a cirugía por problemas de salud o porque el tumor está demasiado avanzado para extirparlo también pueden beneficiarse de la radioterapia, que suele ser su único tratamiento posible.
Tras la cirugía, se puede utilizar la radioterapia para destruir las células cancerosas restantes. Es lo que se denomina tratamiento adyuvante. Antes de la cirugía, también puede utilizarse para reducir el tumor (tratamiento neoadyuvante), lo que facilita su extirpación.
- Quimioterapia — los fármacos quimioterápicos pueden administrarse por vía intravenosa u oral. Entran en el flujo sanguíneo y llegan a todas las zonas del cuerpo, lo que hace que este tratamiento sea útil para el cáncer metastásico que se ha extendido a órganos situados más allá de la cavidad nasal y los senos paranasales.
La quimioterapia puede utilizarse antes de la cirugía para intentar reducir el tumor, facilitar el acceso durante la extirpación y preservar tejidos y la función de los órganos adyacentes, como el globo ocular si está cerca de la lesión tumoral. La quimioterapia antes de la cirugía (neoadyuvante) también reduce los síntomas causados por el tumor, como el dolor local. Después de la cirugía, el tratamiento quimioterápico (adyuvante), generalmente junto con la radioterapia, reduce el riesgo de reaparición del cáncer.
Si no hay posibilidad de cirugía o irradiación del tumor, la quimioterapia es una de las formas de cuidados paliativos, para controlar la enfermedad y los síntomas asociados, con el objetivo de mejorar la calidad de vida del paciente.