¿Qué es el cáncer de uretra?
El cáncer de uretra es el más raro de todos los cánceres urológicos y se manifiesta con mayor frecuencia después de los 50 años. Ciertos tipos del virus del papiloma humano (VPH) pueden ser la causa del cáncer de uretra.
La uretra es un tubo hueco que permite que la orina pase de la vejiga al exterior del cuerpo. En los hombres, la uretra mide unos 20 centímetros y va desde la próstata hasta el extremo del pene. En las mujeres, la uretra mide unos 5 centímetros y se abre hacia el exterior justo por encima del orificio vaginal.
Subtipos de cáncer de uretra
Existen tres tipos de cáncer de uretra:
- Carcinoma de células escamosas — es el tipo más frecuente de cáncer de uretra. En las mujeres, se origina en la parte de la uretra próxima a la vejiga. En los hombres, el cáncer de uretra masculino se forma en las células que recubren la uretra en el pene;
- Carcinoma de células transicionales — en las mujeres, las células cancerosas crecen cerca de donde se abre la uretra. En los hombres, crecen donde el conducto atraviesa la próstata;
- Adenocarcinoma — en este tipo de cáncer de uretra, las células cancerosas empiezan a crecer en las glándulas que rodean la uretra.
Síntomas y signos del cáncer de uretra
En las fases tempranas, puede no haber muchos síntomas. A medida que el cáncer crece, algunos pacientes pueden notar un nódulo o tumor en la ingle o el pene. Otros pueden experimentar dolor o sangrado al orinar. Si el tumor obstruye el canal uretral, el paciente puede tener problemas para orinar.
En las mujeres, el primer síntoma suele ser la presencia de sangre en la orina. Si la cantidad es pequeña, a menudo sólo se detecta en pruebas de laboratorio cuando se observa al microscopio. Tanto en hombres como en mujeres, el flujo urinario puede obstruirse, dificultando la micción o haciendo que la diuresis sea lenta y escasa.
Diagnóstico del cáncer de uretra
Después de la exploración clínica, si el médico sospecha un cáncer, solicitará pruebas para confirmar el diagnóstico. Los principales son:
- Cistoscopia — mediante un dispositivo denominado cistoscopio, el examen permite al médico observar el interior de la uretra;
- Biopsia — en esta prueba, las células extraídas de la uretra y la vejiga se examinan al microscopio para ver si son cancerosas;
- Pruebas de imagen — las células cancerosas pueden desplazarse a otras partes del cuerpo a través de los tejidos, la sangre y el sistema linfático. Para detectar si ha habido contaminación de otros órganos, se solicitan pruebas de imagen, como una radiografía de tórax, una tomografía computarizada de pelvis y abdomen o una resonancia magnética (RM) de pelvis. Estas pruebas también ayudan a estadificar el cáncer y a definir el mejor enfoque terapéutico;
- Uretrografía — es un procedimiento que ayuda al médico a ver si el cáncer ha alcanzado el tejido cercano a la uretra. Para definir las imágenes, se inyecta un medio de contraste en la uretra y la vejiga.
Tratamiento del cáncer de uretra
La cirugía es el tratamiento más habitual del cáncer de uretra. Hay muchos métodos diferentes que pueden utilizarse, que dependen de si el cáncer es superficial o invasivo y de las condiciones de salud del paciente.
Cirugía en cánceres superficiales — si el tumor no se ha extendido a los tejidos cercanos, puede extirparse con un cistoscopio especial, llamado resectoscopio, que se introduce en la uretra para eliminar cualquier tejido anormal o tumor. El procedimiento se realiza con anestesia general o local.
Cirugía en tumores invasivos — la mayoría de las veces, los cánceres en la uretra anterior (la parte más cercana al exterior) pueden tratarse bien con cirugía local. Los tumores que afectan a la uretra posterior (la parte más cercana a la vejiga) suelen requerir una cirugía más radical para obtener el mejor resultado. El tipo de procedimiento depende de la localización del tumor y del órgano, si es masculino o femenino, por ejemplo:
- Uretra anterior en los hombres — los hombres con un tumor que afecta sólo a esta parte de la uretra (en el interior del pene) pueden necesitar la extirpación parcial o total del pene. Esto depende de dónde se encuentre el tumor;
- Uretra posterior en los hombres — si el tumor está en esta zona, la vejiga y la próstata, parte de la pelvis ósea y el pene corren peligro. Si es necesario operar para extirpar estos órganos, se utiliza un trozo de intestino para hacer una bolsa. Los riñones pueden drenar la orina hacia la bolsa;
- Uretra posterior en las mujeres — como la uretra femenina es corta, es raro tener un tumor pequeño lo suficientemente lejos del esfínter uretral (el músculo que controla la salida de la orina) como para extirparlo y poder seguir orinando con normalidad. El tercio externo de la uretra puede extirparse sin demasiados problemas. Si se trata de la parte más interna, suelen extirparse la uretra, la vejiga y parte de la vagina. Se puede hacer una bolsa con el intestino para que los riñones drenen la orina;
- Extirpación de ganglios linfáticos — a menudo se extirpan los ganglios linfáticos de la pelvis en hombres y mujeres que se someten a estas cirugías. Un efecto secundario es la hinchazón de las piernas en algunas personas. Esto se debe a que estos ganglios suelen drenar líquido de los vasos sanguíneos hacia las piernas. Al extirparlos, el líquido puede acumularse.
Radioterapia — La radiación destruye las células cancerosas en el lugar. La radioterapia puede utilizarse sola, con cirugía o con quimioterapia. El método permite al paciente mantener la uretra y los órganos cerca, pero con algunos posibles efectos secundarios, como:
- Dolor en la vejiga;
- Incontinencia;
- Sangrado;
- Dolor rectal (o vaginal en las mujeres) y sangrado;
- Estrechamiento de la uretra, con signos de obstrucción de la orina.
Quimioterapia — al tratarse de un tratamiento sistémico, suele utilizarse cuando el cáncer se ha extendido a otros órganos o partes del cuerpo. Puede administrarse antes de la cirugía o la radioterapia. También puede utilizarse después de otros tratamientos para destruir células fuera de la zona operada o incluso de la que ha sido tratada con radioterapia.
Del mismo modo, el tipo de medicamento utilizado depende del riesgo de diseminación del tumor, de la cantidad de metástasis (tumores fuera de la uretra) y del tipo específico de tumor (formado por células uroteliales o escamosas).
Prevención del cáncer de uretra
Se desconoce la causa exacta del cáncer de uretra, por lo que no existe un método de prevención seguro o de eficacia probada.
Lo que sí se sabe es que la hinchazón y la infección prolongada pueden aumentar el riesgo. Muchos hombres con cáncer de uretra han sido tratados previamente por estenosis uretral o infecciones de transmisión sexual.
Muchas mujeres con cáncer de uretra han sido tratadas previamente por carúncula uretral (masa), divertículo uretral (bolsa externa) o infección urinaria crónica. Tanto en hombres como en mujeres, el virus del papiloma humano (VPH) se ha asociado al cáncer de uretra.