La toxicidad de un tratamiento abarca el conjunto de los posibles efectos secundarios de ese tratamiento. En oncología, la toxicidad puede ser el resultado de una modalidad terapéutica, como la quimioterapia y la radioterapia; o de un régimen de tratamiento, como la combinación de dos o más agentes quimioterápicos; o de un medicamento específico.
La evaluación de la toxicidad de un medicamento o método terapéutico se lleva a cabo a lo largo de las distintas etapas de la investigación clínica que tienen lugar antes de que el tratamiento se apruebe para uso regular. Además de caracterizar los efectos secundarios, esta evaluación implica las condiciones y dosis en las que se producen.